Típica "americanada" en la que el mayor objetivo es -como siempre- exaltar la amistad haciendo uso del esquema utilizado hasta la saciedad de "unión fraternal e inquebrantable desde el instituto - enfado, crisis y ruptura espontánea - y reconciliación y fortalecimiento de ese gran lazo". Aunque, a pesar de momentos de vergüenza ajena como el baile en trío en la fiesta para antiguos alumnos, la película tiene bastantes aciertos, como el tono, en general, simpático y divertido y, sobre todo, el no centrarse en la época adolescente y sí en cómo aquellos años han seguido marcando la vida de sus protagonistas, y en cómo desde el instante en el que tienen que enfrentarse a su pasado sus comportamientos adultos vuelven a estar condicionados por la aceptación social y el qué dirán de los años adolescentes.
Before Sunrise.
A pesar de ser conscientes, desde el minuto cero, de lo alejada de la realidad de la historia, y carecer de cualquier atisbo de identificación con la misma; a pesar de darnos cuenta de los clichés de cada una de las situaciones narradas y de que nunca jamás tendremos conversaciones tan trascendentales con un desconocido (o con cualquier conocido); a pesar de todo ello, cuando "Before Sunrise" llega a su final resulta imposible borrar la sonrisa de nuestros labios, porque esta surrealista y fantástica oda al amor a primera vista deja un sabor dulzón que ni siquiera desaparece cuando conseguimos volver a la realidad. Y sólo nos quedan las preguntas... ¿Por qué siempre llevaré los cascos puestos en mis viajes de tren?, ¿por qué?
No hay comentarios:
Publicar un comentario