jueves, 15 de enero de 2009

Russian Red



    La primera vez que me topé con Russian Red fue en una entrevista para una revista musical. No sabía qué carajo de música podía hacer la tal Lourdes Hernández pero viendo lo que leí me pude imaginar más o menos de qué iba el tema: una indie-guay con pose lolita underground - buf, podíamos innovar un poco - pensé, y ni siquiera se me pasó por la cabeza descargarme el disco. Aunque como siempre me sucede en estos casos me pareció una chica, por lo menos, cómica. Y es que todos los indies-guays que abundan hoy en día en nuestras bibliotecas, museos y pubs de moda con sus comportamientos cools, flequillos simétricos y chapas sobre camisetas coloridas me resultan sumamente repulsivos y extremadamente interesantes a partes iguales. ¿Cómo no me iba a gustar una chica que respondía de forma tan irónica y egocéntrica (tan guay y cool, en definitiva) a las preguntas que la revista le lanzaba? "Mi padre no cree en las casualidades" soltaba por su boca la niña pintalabios cuando le decían "Casi todos los comentarios que aparecen escritos sobre ti en revistas musicales hacen referencia a que eres una chica muy guapa, ¿crees que eso sucede por casualidad? o a la cuestión de "Por cierto, ¿cuántas compañeras de clase en la universidad de esas que dan gritos en la primera fila de tus conciertos saben quién es Hope Sandoval o Feist?" ella contestaba con otra pregunta "¿Viene gente de la universidad a verme a los conciertos? - Ahí lo llevas, sí señora, eres una crack - Pero por mucha crack que fuera mis neuronas pasaron de escuchar su música y me fui con otros temas que, en aquel momento, me parecían más interesantes.


    Hasta que un día, por pura casualidad, escuché el primer single, "They don't Believe", de su primer y único (hasta la fecha) disco. Russian Red - cómo me sonaba aquel nombre... Y es que su d.n.i. es demasiado "cateto" y garrulo para ella, así que se autorebautizó (yo me lo guiso, yo me lo como) con el nombre de un "bonito" pintalabios (memorable verla explicar el por qué de la elección del nombre artístico). Y con su pintalabios en mano y unas grandes gafas (que por lo que parece en realidad no necesita) aparece en las fotos promocionales de su cd, fotos en las que no puede caber la menor duda de que son tan modernísimas (quizás un poco menos) que ella. "I love your glasses" es el título de su puesta de largo, toda una declaración de intenciones. Ahora para estar en la onda tienes que llevar unas gafas de pasta de dimensiones gigantes y fotografiarte con "casuales" poses con ellas puestas (sí, es muy cool, sólo le veo un pequeño problema y es que lo de las gafas ya estaba inventado. En los 90 Lisa Loeb ya iba con sus culo de vaso gafotas pero, claro, por aquella época era una cateta, ahora es todo distinto. Deberíais formar una religión sobre sus lentes todos los gafapastas del siglo XXI, en serio).


    Lo peor de todo es que Lourdes (perdón, Russian Red) se empeña en hablar en público en los medios de comunicación y entonces mi odio aumenta a dimensiones tales que me gustaría taparle la boca con un esparadrapo y liberarla de él cuando únicamente se decidiera a cantar y nada más. Por mucho que quiera engañarnos, por muy moderna y popular que sea en realidad es la típica niñata pardilla empollona que estaba en tu clase en la E.G.B. Sí, esa niña con el pelo enmotecido y que no hablaba con casi nadie, esa rara de toda la vida y que ahora se ha vuelto tan guay que se cree la reencarnación de la animadora de instituto americano y a la que todos tenemos que besar y limpiar el suelo que pisa (eso sí, animadora pero fomentando su "distintividad" porque "soy guay porque soy diferente e intelectual").


    Y con su cara de lerda y su voz estridente se queda tan fresca cuando suelta en los medios de comunicación que ella nunca quiso ser cantante y que tampoco tiene claro si quiere seguir en esto de la música. - Sí, mira, y entonces ¿por qué te creas my space y subes tus canciones y aceptas grabar un cd?, ¿por qué no terminas tu carrera universitaria si no tienes claro que lo tuyo sea la música? - La cuestión es que es muy molón creerse un Kurt Cobain del nuevo siglo y negar la evidencia. Nunca fue tu intención dedicarte a la música y tener éxito y, por supuesto, tampoco lo buscate pero haces presentaciones en El Hormiguero y tu canción suena en un anuncio de helados. Y esto nos lo tenemos que tragar mientras pones esa cara de imbécil sonriendo con tus labios pintados de Russian Red. Los guays de toda la vida, los populares por derecho propio, son abominables pero peor son los pardillos que se transforman en guays.

    Esto iba a ser una crítica musical en la que describiría la preciosa voz de Russian Red y lo intimistas y buenas de sus composiciones pero eso ya está muy dicho. Y solamente puedo decir que "I love your glasses" es uno de los mejores cds del 2008 y que soy gran fans de ella, creo que de esto último no hay ninguna duda.

domingo, 11 de enero de 2009

Inicio.


 Lisa Loeb.


La destrucción es el principio.
Y, también, es lo primero que hay que aprender.