The Oohlas.

Como norma general, tendemos a dar por hecho dos cosas: que, por mucho que a simple vista pueda parecer lo contrario , las personas no son del todo felices; y que la gente se comporta utilizando los mismos criterios y directrices que nosotros consideramos como propios. Esta última afirmación nos hace no preguntar al prójimo el por qué de su conducta, pues la respuesta, supuestamente, ya la conocemos de antemano. Para todos, la chica que pasaba día y noche tumbada boca arriba estaba loca. Nunca nadie pensó en que aquel comportamiento podía estar condicionado por una causa de diferente envergadura que la locura. Nunca hasta que ella se acercó y le preguntó.

- ¿Por qué siempre estás tumbada boca arriba con los ojos abiertos?

- Porque me gusta mirar el cielo. Y así, si estoy tumbada, no tengo que alzar la vista.

Y así se tumbó a su lado, para observar el cielo sin que nada ni nadie le impidiera hacerlo. La una al lado de la otra, como viejas amigas. "Podría permanecer así hasta el fin de mis días", le dijo. Y la chica que siempre estaba boca arriba le sonrió mirándola. Apartando esa perenne vista de su objetivo.

Jet - "K.I.A."

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